Poema siete
Sos la barca sin remos a la deriva por el río de mi deseo
Tu boca fue la boca de todas las prostitutas
Y tu cuerpo la noche calma que estalla entre mis manos
Colmando todos los espacios vacíos
Sos vos y haz sido todas en mi hasta la nausea y la risa
Lenguas buscándose a ciegas
Mis manos sobre tu cuerpo son las manos de todos los hombres,
Locos, depravados, soñadores,
Poetas sonámbulos de gargantas secas,
Respiración forzada, las bocas abiertas buscando aire
Buscando tu boca, lengua; besos apresurados, impacientes
Pensando que hoy es sólo esta noche y éste instante
Habitado por caricias, roces, sudor, palabras aletargadas,
Murmuradas, dichas por lo bajo, y sin aliento,
Promesas que no cumpliremos, repitiéndolas uno a otro
Como en un juego inventado sólo para nosotros
Un juego de engaños placenteros, al que nos rendimos sin pensar
Juego de piernas entrelazadas y caricias mudas
Un leve mordisco en tu cuello
Tu risa fácil me pide descubrirte
Otra vez y otra vez y otra vez y otra vez bajando
Tu espalda es el sendero que transito hacia el sur de tu cuerpo
Éste es el instante, no hay un después; y el antes ya ha sido olvidado
Éste es el momento quieto
No hay más que vos y yo aquí y ahora