Poema diez
Laura sola en su dormitorio, el cofre de sus sueños secretos
ocho pisos sobre la ciudad, y una ventana abierta a la bruma,
el sopor de las siestas, los parques, y el olor a ciudad;
Laura prisionera de si, olvidada
y olvidando la ciudad ocho pisos bajo sus pies;
Laura es una melodía estridente,
es un par de manos sobre ella,
es un viaje más allá de la ciudad ocho pisos bajo ella,
es el recitar de los locos, y es el tronar del subte bajo la ciudad,
Laura son todos los amantes que nunca tendrá,
y es también los amantes que han sido,
y es el paso leve de los ladrones bajo la lluvia,
es una piedra gris y redonda, es la brújula de sus pasos,
y es el susurro de la hierba;
Laura no lo sabe, nada sabe de si,
Laura busca en ella, entre los muebles del cuarto;
Laura busca saber, y busca lo absurdo;
¿Hasta cuando? ¿Hasta donde?
Laura se sumerge en su cuerpo,
La ciudad es toda ella, y ella son sus deseados amantes;
el cuarto es Laura,
y ella vive solo el ahora,
Laura toda se resume en Laura,
es una pompa de jabón,
es el licor tibio que destila su cuerpo,
y es el temblor de sus piernas;
Laura es un arrastrarse por la alfombra,
es un crujido tras la puerta, y es el llanto de las madreselvas;
Laura es el alboroto de los gorriones,
es el jadeo de los violadores,
y es la fragancia dulce de su cuerpo;
El tiempo cristalizado es un asesino con remordimientos;
Laura sueña con ciudades destruidas,
y ríos encarnados corriendo por ellas;
sueña con linyeras vomitando en las escaleras del subte;
con putas agotadas;
y sueña con muertos,
y con hombres desesperados y gordos;
Laura sueña con la ciudad ocho pisos abajo,
sueña el sueño palpitante de su cuerpo;
sueña con un rasgar de lienzos,
con ancianas atropelladas;
sueña con niños precoces;
Laura sueña su sueño y se hunde un poco más en ella cada vez;
un poco más cada vez, dentro suyo, dentro de Laura;
Laura sueña y sus sueños son ella;
una piedra oscura y dura;
un deambular borracho;
vírgenes sangrantes; y niños extraviados;
sus sueños son ríos bermejos y playas desiertas;
como luces frías en su cabeza;
y son como palabras extrañas que no logra comprender;
Los sueños de Laura son la ciudad fragmentada,
y la blanda paciencia del cura;
los planos del laberinto;
y el terror encerrado en su centro.