Cambiando de Aires
El miércoles parto rumbo a Buenos Aires.
Hace años que no voy para allá. Es una ciudad de la cual no puedo dejar de enamorarme; pero me resulta imposible vivir en ella más de una semana seguida.
Es muy probable que encuentre historias extrañas para contar. Voy a estar hasta el domingo 29, pero no descarto quedarme un par de días más.
Necesito cambiar de aire, ver museos de verdad, ver algún que otro espectáculo de verdad, conocer gente distinta a la que veo todos los aburridos días del años. Todo viaje, por breve y rápido que sea, se transforma en una especie de bálsamo para alejarnos de la rutina estresante que nos agota. Y todo viaje es una forma de ampliar la visión que tenemos del mundo, nos abre los ojos y la mente.
Me gusta viajar.