Song and Solitude, de Nathaniel Dorsky
Mi primera película en el Festival de Cine de Mar del Plata.
Por un momento pensé que iba a ser un clavo; pero terminé sorprendido, por la audacia de la propuesta. El film está hecho en video; pero sobre la pantalla, por el tamaño de la imagen, parece estar filmada en súper 8 o en 16 mm.
El concepto es simple: una cámara fija develando primeros planos. Muchos de ellos apenas fuera de foco. Primeros planos de gente leyendo, caminando por la calle, lavando platos; primeros planos de cielos cubiertos de nubes, de hierbas, árboles, y flores mecidos por el viento; imágenes desenfocadas donde el director juega con las luces y las sombras; escenas donde nada -o muy poco- se mueve, cruzadas por sombras y juegos de luces; imágenes oscuras y a contraluz; imágenes reflejadas sobre las vidrieras de los locales de importantes calles comerciales; cuerpos fragmentados: una mano; una espalda; la curva de un pómulo uniéndose con la nariz. Y todo esto en silencio.
En el final -21 minutos, que apenas parecen cinco- una pantalla negra. Y la sensación de haber sido absorbido por ese caleidoscopio de imágenes inconexas, sin un plan aparente: decir que me gustó sonará demasiado pobre. Prefiero decir, que Dorsky me sedujo.
foto: www.mardelplatafilmfest.com
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