Purgatorio de palabras...
Purgatorio de palabras,
eso son mis pasos a tientas
a través del laberinto.
La piedra desnuda
acaricia mi piel;
el susurro agrio
de los rezagados
pretende arañar mis espaldas;
prefiero no escucharlos;
tienen miedo.
Pero ellos no saben,
que tampoco yo
llegaré al centro;
no lo hay,
lo se,
me he resignado
a éste tiempo quieto,
cristalizado;
los senderos del laberinto
están alfombrados de hojas,
papel amarilleado por el tiempo,
palabras escondidas
dispuestas a desaparecer.
El paso de mis pies
alza columnas suaves
de palabras,
se amontonan como
los trazos de una araña
sobre el papel reseco,
ocre, viejo.
Las palabras fluyen
por mis yemas,
lento río de barro,
flores dementes
escupiendo sus venenos.
El sendero se retuerce aquí y allá,
apoyo mi cuerpo contra el muro;
no estoy cansado,
solo deseo mirar a mi alrededor;
el murmullo cesó, repentino;
vuelvo a estar solo,
alzo cuantas palabras sueltas puedo,
y las guardo en mí,
celoso de ellas.