El hababa
El hababa habita la zona montañosa del norte de Irán. Tiene el aspecto de un ovejero alemán, un poco más pequeño que éste, pero notoriamente más rechoncho. El pelaje corto, color marrón terroso con manchas oscuras le permite mimetizarse a la perfección con el entorno.
De hábitos nocturnos, se alimenta de la sangre que toma de animales muchos más grandes que él. Los campesinos del lugar le temen, considerándolo un habitante del submundo emparentado con los espíritus que moran bajo la tierra.
Lograr ver a un hababa es difícil, muy pocos lo lograron; y éstos pocos sucumbieron a la demencia. Caen en un letargo semejante a la catalepsia, del cual solo despiertan para farfullar frases inconexas, en medio de espasmos violentos; luego regresan a su estado de falsa muerte.
Las víctimas del hababa permanecen en éste ir y regresar del sueño a la vigilia durante años; mientras tanto ellos mismos van adquiriendo el aspecto oscuro del hababa.