Poema trece
Allí, en la niebla, me dice,
aquellas formas desdibujadas y grises,
aquella es la ciudad.
Pero no la recuerdo así;
en mis sueños, en mis manos,
estallando en los oidos;
la ciudad no es la que él me muestra
semejante a una acuarela deslucida.
Busco el error de mis recuerdos,
pero él insiste que la ciudad está allí;
desde tan lejos las casas paracen colmenas;
grises como la niebla gris
hurgo en los resquicios
más secretos de mi,
y no logro hallar esa
que dicen que es la ciudad.
Vamos de a pie hacia ella,
en silencio, agotados,
Desde tan lejos,
y en aquel instante desconfío.
Allí está, insiste;
pero no le creo.