Desde el 22/10/07 éste blog se mudó hacia Wordpress. La dirección de acceso actual es: unextrano.wordpress.com Le decisión de moverme a Wordpress, es solo estética. Me da la posibilidad de tener un diseño más prolijo y profesional. Por supuesto se mantienen todos los post que se publicaron hasta ahora, y lo mismo ocurre con los comentarios: continúan publicados. Pero todas las nuevas entradas irán apareciendo en el nuevo sitio.

De “Las Robinsonadas”

Greta se convirtió en un estorbo. Se que debo deshacerme de ella; pero desconozco el modo. No puedo, simplemente, decir “Fuera Greta”, y, así, ella se esfumará en medio de un estampido y nubes de humo. No, las cosas no funcionan de ese modo. Ni siquiera yo la creé. En nuestros encuentros ella no se cansa de escupirme que es hija de la Isla, y que mi voluntad no puede alcanzarla. Ni siquiera soy capaz de gobernar a los miles nacidos de mi mismo. Pero todos ellos poco me interesan, Greta es el estorbo.
Desde la playa llegan voces; cada tanto una se alza por encima de las otras. Si me paro sobre la piedra negra con seguridad los veré, arrastrando troncos y retorciendo cuerdas de fibra; algunos cantarán mientras acomodan tablas sobre la arena blanca como hueso molido. Otros se hundirán en el esfuerzo por acabar la balsa. Poco me importan. Se estrellarán contra el arrecife que ciega la playa; y, si logran cruzarlo, la corriente los arrastrará hacia el otro lado de la Isla: están ciegos, buscan una salida al laberinto, parecen no haber escuchado mis palabras.
Cuando Maluk llegó a mi choza unos días antes, supe de su euforia; los ojos brillaban sobre la piel tan negra, semejantes a los de un gato.
-Robinson… -el aliento luchaba contra las palabras que intentaba nombrar- Robinson… está decidido… -cerró los ojos y la oscuridad vistió a la choza.
-¿Qué? –seguí recostado en el catre, del mismo modo que lo estoy contra la piedra negra. Todas aquellas historias sobre otras Islas, que Greta le narró, al fin comenzaron a crecer en él, extendiéndose a través de las venas y nervios; trazando un nuevo mapa de su cuerpo.
-Construiremos la balsa –y abrió los ojos.
La luz se desparramó a través del suelo y reptó hasta mi catre. Trepó por una de sus patas, abrazó mis manos dibujando el contorno de mis venas, y descansó sobre mi rostro. Maluk esperaba, cerca de la puerta, parado con los brazos muertos, sus ojos palpitaban. Quise decirle que de algún modo ya sabía de sus intenciones. Luego me di vuelta. De cara a la pared. Supongo que nunca aceptaría contarme de sus largas charlas con Greta; Maluk sabía cuánto la desprecio. Y esas voces llegando desde la playa son el modo de recordarme su influencia sobre muchos de los de la Isla.
Quizás solo reste asesinarla. Presa de su cuerpo, no lograría defenderse. Con un golpe en la cabeza bastaría. Llegaré como siempre, poco después del mediodía, llevando una cesta cargada de frutas. Greta, como siempre, a alzar un brazo cuando me vea entrar, dejaré la canasta cerca suyo; y ella, como siempre empezará a comer sin siquiera mirar que cosas encuentre. No creo tener el valor de golpear su cabeza con un palo. Imagino el plop en el momento del golpe, y la sangre salpicando, los ojos estallando en sus órbitas, las manos soltando la eterna comida que entra en ella y sacudiéndose como las de una epiléptica. Pienso en mi asco al encontrarme cubierto de sangre y astillas de hueso. No, no es ésta la muerte que deseo para ella.
Debería encontrar otro método; cuando mi nombre era Sergio, nunca habría imaginado semejante acto. creo que la Isla ganará la pelea entre mi razón y su caos. Los hombres de Maluk, allí abajo, en la playa, son mis hijos, pero la Isla me los arrebató, ya no me pertenecen. Deshacerme de Greta es un modo de recuperarlos; ellos no deberían escapar de aquí. De un modo u otro están condenados -puedo escuchar como cantan mientras trabajan en la nave, creen tener esperanzas- pero no me angustia el final que tendrán, lo horrendo es la idea de dejar la Isla. Y Greta, que es su hija, les contagió el veneno del abandono. Quizás debería buscar a Glumm... él sabrá hacerlos entrar en razones...debería pedirle a Juervanita que hable con él, que intente convencerlo... Glumm la odia, pero sólo habla con ella. convencer a Maluk que abandone la balsa, será una victoria sobre Greta... Sería como matarla, sin sangre, prolijo, y ella me verá... Aquel que llegó a la Isla y la tomó por asalto... aquel que la violó sacando de ella todo lo que la Isla podía dar... Greta es el modo que la Isla tiene de defenderse, es su anticuerpo.